miércoles, julio 13, 2005

Horas perdidas

Cuánto desperdicio. Anoche se me quedó prendida la televisión y yo babeando los cojines, en lugar de estar viéndola. Sabrá Dios de todas las cosas buenas que me perdí mientras me jeteaba. Tan escaso que anda uno de tiempo en estos días para hacerle cancha a la tetera. Solo espero que no me vayan a quitar mi subsidio tarifario de verano por hacer uso indiscriminado del recurso. Prometo no volver a quedarme dormido y poner más atención a la programación televisiva.